Para esta elaboración me he inspirado en un Madrid multicultural, un Madrid donde la diversidad y la
pluralidad de sus habitantes se vea reflejada. Utilizando especias como la
canela y el cacao originarias de otras culturas y combinándolas con sabores
tradicionales como la avellana.
Este postre ha sido creado
para representar el entierro de la sardina, el cual simboliza el final del Carnaval.
Y por este motivo, en lugar de hacer un molde e intentar replicar una sardina
de verdad, hemos creado una “Parodia” (que es lo que viene a ser el espíritu del
Carnaval), una sardina que podría haber dibujado un niño, representando así el
carácter cómico y burlesco de las Fiestas de Carnaval.
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